La cala secreta de Costa Brava que esconde el pueblo pescador más bonito que vas a ver jamás
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La Costa Brava, un tramo costero espectacular que se extiende desde Blanes hasta Portbou en Cataluña, ofrece una combinación irresistible de paisajes de gran belleza y pueblos con encanto. Desde calas de aguas azul intenso hasta playas de arena dorada, pasando por parques naturales y encantadoras villas medievales, este destino tiene mucho que ofrecer. Para los amantes del mar, cuenta con más de 200 kilómetros de costa, con playas galardonadas con la Bandera Azul.
La cala S’Alguer, un tesoro de la Costa Brava catalana, es un lugar que invita a desconectar y sumergirse en su historia marinera y su entorno natural. Éste pequeño conjunto de viviendas de pescadores, con sus barracas que se asoman a una caleta de grava, ofrece una experiencia única impregnada de cal y salitre. Declarado Bien Cultural de Interés Nacional por la Generalitat de Catalunya en 2004, su origen se remonta a 1521, cuando el pescador Pere Resador recibió permiso para construir la primera casa, marcando así el inicio de su historia. A lo largo de los siglos, la cala S’Alguer ha sido testigo de la vida de pescadores y, durante la Guerra Civil, incluso albergó a desertores en busca de refugio. A día de hoy, conserva intacto su encanto y sigue siendo un refugio tranquilo y sereno en la costa de Gerona.
Cala S’Alguer
En el municipio de Palamós se encuentra la encantadora la cala S’Alguer. Este enclave costero ha sido declarado Bien Cultural de Interés Nacional, destacando por su rico patrimonio ligado al mar y su arquitectura tradicional de barracas de pescadores.
Ubicada entre las playas de La Fosca y Castillo, la cala S’Alguer se distingue por sus pequeñas construcciones de piedra y techos de cerámica catalana, que forman parte integral del paisaje marino. Estas barracas, con terrazas y rampas naturales para el varado de barcas, representan un ejemplo único de la arquitectura popular catalana, perfectamente adaptada a su entorno natural.
El acceso a la cala S’Alguer puede presentar desafíos debido a su terreno irregular, con subidas y bajadas que requieren el uso de escalones. Sin embargo, el camino hacia la cala ofrece vistas unas impresionantes y una experiencia inigualable que realza su belleza natural.
Además de su entorno natural, se enriquece con la presencia cercana de Mas Juny, un caserío restaurado en 1931 por el famoso pintor Josep María Sert. Este lugar histórico no sólo sirvió como residencia, sino también como centro cultural y de encuentro para intelectuales de la época, siendo reconocido como Bien de Interés Cultural.
Cómo llegar
Para acceder a la cala S’Alguer desde diferentes puntos, hay varias opciones disponibles. Una manera es llegar en coche y aparcar en el parking designado en la playa del Castillo o en las urbanizaciones cercanas, desde donde puedes seguir los senderos que conducen hacia el mar.
Otra alternativa es comenzar el recorrido desde Palamós y luego conectar con el Camino de Ronda. Este sendero costero, de origen antiguo y con una rica historia, une varias localidades, serpenteando a lo largo de pequeñas calas y pueblos costeros, y ofrece unas vistas increíbles del mar Mediterráneo.
Tanto en la playa de La Fosca como en la playa del Castillo, encontrarás servicios disponibles, aunque en cala S’Alguer, la experiencia se centra más en disfrutar de las vistas , la lectura tranquila o un refrescante chapuzón en el mar.
Qué ver en Palamós
Palamós ofrece una experiencia única donde la historia marinera se entrelaza con la belleza natural y la gastronomía local. El puerto de Palamós es el corazón vibrante de la ciudad, donde los barcos pesqueros descargan sus capturas y la vida marítima se fusiona con la actividad diaria.
Para los amantes de la historia, el castillo de San Esteban de Mar, una fortaleza medieval del siglo XI, ofrece vistas panorámicas del mar y una visión fascinante de la arquitectura militar de la época. Este sitio histórico permite explorar el pasado de la región y entender su importancia en la defensa costera contra los piratas.
El museo de la Pesca y el museo de la Gastronomía ofrecen una inmersión profunda en las tradiciones locales. Desde técnicas de pesca antiguas hasta demostraciones culinarias y degustaciones de platos mediterráneos, estos museos capturan la esencia de la cultura marítima y gastronómica de la Costa Brava.
El paseo marítimo de Palamós invita a un tranquilo paseo junto al mar, donde se puede observar la vida cotidiana de los pescadores y disfrutar de vistas impresionantes del puerto. Además, el Mercado Municipal ofrece una experiencia vibrante, con productos frescos locales y la oportunidad de sumergirse en el bullicioso ambiente del mercado.
Para disfrutar de las mejores vistas panorámicas, el mirador del castillo de San Antonio ofrece una perspectiva única de Palamós y sus alrededores. Desde este punto elevado, se pueden capturar fotos espectaculares del paisaje costero y disfrutar de momentos de serenidad contemplando la belleza natural de la región.